Recuerdos de cristal, condenado a tragarlos, la vida no es más que un juego, dormir y despertar no es la solución sino parte del problema, de ese que todo tiene y no se siente feliz, que fácil es la rendición.
Que fácil es mirar a los demás pero no mirarte a ti, que fácil desear lo que el otro tiene sin saber que tú eres rico en otras facetas, que fácil excusarse y buscar excusas para no querer hacer eso que deseamos pero que al mismo tiempo es laborioso, mejor ponemos una excusa e incluso si me apuras, lanzo alguna culpa para redimirme a mi mismo.
Fácil es sentir latir el corazón cuando hacemos tal faena, pero no vale decir, no escucho mi latir, a veces y solo a veces hay que saber sentirse y escucharse, hazlo donde quieras pero encontrarte a ti mismo, es una evolución ya sea un dia de calor, un dia de frio, un dia bajo una tormenta junto con una melodía, mientras te mojas e incluso te imaginas su letra, pero lo importante es que hay que parar y mirarse interiormente.
Algunos como yo de tierras centrales, necesitamos esos bloques de granito rodeados de encinas, a lo celta, para poder encontrarte y si es bajo una tormenta es como una limpieza espiritual que recomiendo, no es fácil, ya lo se pero hay que hacerlo.
Pero nunca entierres el corazón con la mente, debes encontrar en ti la solución para avanzar, aunque no salga el sol, aunque estés en ciénagas brumosas, aunque desconfíes del alrededor, debes avanzar.
Avanzar solo no es avanzar en solitario, es hacer un camino que tú te has trazado pero tú seras tú mayor apoyo en esta vida.
Javier ( El Barbazul)