Quien iba a imaginar que un diminuto ser nos iba a mantener como a conejos escondidos en su madriguera, mientras los conejos empiezan a campar a sus anchas por las cercanías de las ciudades.
Quién nos iba a decir que este diminuto ser iba a destruir una frágil macroeconomía junto a las microeconomías familiares. Poco estábamos preparados por este mundo tan globalizado, por este mundo que depende de unos pocos países de mano esclavizada… perdón barata. Y hablando de mano barata… ahora llegará el cambio de…todo…de todo. Quien se va a ir de compras con miedo, quien se va a ir por ahí… hay tanto miedo como inconsciencia, así que… pienso que habrá de todo.
El miedo es libre, la inconsciencia también o no, según se mire. Así que veo que todo seguirá igual como siempre o mejor dicho a peor. Salen las iras, los demonios, rencores en un estado de confinamiento. Ahora toca empezar a acostumbrarnos a volver a salir a la calle, lo de las relaciones humanas….bueno a eso…ya si eso…lo vemos más adelante. Llegó la era del individualismo, del aislamiento laboral y personal.
La seguridad del individuo decaerá en pro de la seguridad de la economía. La seguridad del individuo pasará a ser de segundo orden, para que la economía nos haga ser más libres y poder seguir con esa rueda del consumismo, que a su vez es la que parece tener los síntomas más precarios.
¿Pero bueno, será una anécdota como fue la gripe española? ¿El ebola? ¿Nos quedan más olas? ¿nos queda algo de dignidad ?
La respuesta en años venideros, quizás a lo tonto haya sido una llamada de atención del planeta, quizás y solo quizás, sea el principio del fin de maltratar al planeta, el fin de descuidar la ecología, de matar a la naturaleza….uyyyy creo que estoy fatal, esto de estar confinado me hace cuestiones que sé su respuesta, NO.
Javi (El Barbaazul)